Jesus efrain serra heredia

descansa en paz

gran amigo, hijo y hermano

Jesús Efraín Serra Heredia fue un destello de energía y calidez: bailaba con la misma pasión con la que vivía, ya fuera recreando con orgullo la danza folclórica mexicana o improvisando cualquier ritmo que sonara. Compartía la cancha con su hermano en interminables partidos de voleibol y, más reciente, defendía con entusiasmo los colores de su equipo en el futbol. Dueño de una alegría contagiosa y un carisma que conquistó corazones que nunca lo olvidarán, era también el cómplice protector de su familia y la chispa que convertía lo cotidiano en celebración. Incluso en su despedida, Jesús eligió amar: donó sus órganos para ofrecer nueva vida a desconocidos, extendiendo así su generosidad más allá del tiempo. Hoy lo honramos recordando cada baile, cada gol, cada carcajada y cada acto de amor que dejó como legado imborrable en quienes tuvimos la fortuna de caminar a su lado.